Alicante endulza y pica
Cada diciembre, miles de familias disfrutan del turrón de Alicante. ¿Alguna vez se ha percatado que el auténtico, no solamente se confecciona aquí, sino a partir de almendras y miel de procedencia local?
Como nos recuerda la ONU cada 20 de mayo, las abejas son co-responsables de la polinización del 35% de los cultivos mundiales, incluyendo el 75% de los cultivos alimentarios. Se han identificado unas 20.000 subespecies distintas, incluyendo una ibérica propia, la oscura abeja melífera. Ecocolmena destaca que una sola abeja melífera visita unas 7.000 flores al día. Esto las convierte en imprescindibles para la preservación de la biodiversidad y seguridad alimentaria, no solamente para España, sino para el mundo entero.
Son protegidas porque se enfrentan a diferentes amenazas: el cambio climático, las pesticidas y el énfasis en monocultivos, las plagas, la degradación forestal, y especialmente en la Comunidad Valenciana, décadas de tensiones debido a la ‘pinyolà’. Simplificando mucho, los citricultores atribuyen la aparición de pepitas no deseadas en la fruta a la polinización cruzada, forzando al Estado a restringir el número y la ubicación de las colmenas.
Con 2.967.000 colmenas en 2020, España lidera la UE en apicultura, y en el 2019, la Valenciana era la segunda Comunidad apicultora del país (19,9% del total). En Alicante podemos encontrar explotaciones en los pueblos de Valle del Vinalopó y los alrededores de Elche, y junto al Parque del Montgó (Denia y Jávea), entre otros. Son inferiores en número comparados con sus compañeros de profesión de las otras dos provincias, pero como todos los apicultores valencianos, su producción es de primera calidad en contraste con los más baratos provenientes del extranjero.
Las mieles levantinas obviamente ocupan el primer plano. Según Carles Galletero en la Guía Repsol, ‘resultan más digestivas, delicadas, aromáticas, con una imagen más clara.’ Es un edulcorante natural que no se estropea, posee propiedades antibióticas, antisépticas, y antinflamatorias, y que tiene muchas variantes. Destacan especialmente las de azahar, del monte (romero, espliego…), o la de milflores (mezcla de diferentes tipos de floraciones frutales). El turrón ya anteriormente mencionado es un ejemplo de su utilidad como ingrediente.
Lo es no solamente en la repostería, sino también en la fabricación de quesos y la gastronomía en general. Por sus propiedades ya mencionadas, también los propóleos y la jalea real se valoran mucho en la cosmética o la medicina natural, como en la protección de la piel, el estímulo del apetito, la reducción del cansancio, o los tratamientos antivirales.
Si quiere que sean de origen alicantino, acuda a sus tiendas gourmet o cooperativas, fíjese en la etiqueta o pregunte al personal. Iniciativas en Cocentaina y Villena han demostrado que introducciones a la apicultura también entusiasman a los amantes del turismo rural y de la educación ambiental. ¿Sabía, por ejemplo, que la confección de un kilo de miel requiere cuatro millones de visitas? No deje que le pique más la curiosidad (sí, esto fue a propósito).
Homenaje a sus apicultores by Alexander Van der Biest